viernes, 9 de diciembre de 2011

TULIO MENDOZA BELIO, POETA DE CONCEPCIÓN, GALARDONADO ESTE AÑO 2011 CON EL PREMIO CERES Y EL PREMIO DE ARTES BALDOMERO LILLO.


Tulio Mendoza Belio:
EL HOMBRE, EL POETA, EL VIVIDOR
por Hansel Silva Vásquez


Literato, Poeta, Presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Filial Concepción; propone “disfrutar la vida, y rendir culto al placer”.
Creador de Ediciones “Etcétera”, busca difundir la cultura en cada rincón del país; lo que le hace un ser extraño en medio de una sociedad tan vanalizada.
Es un hombre extraño Tulio Mendoza Belio; en medio de la grosera y avasallante forma de vivir de este siglo el nos habla de poesía y nos recuerda que la vida está hecha para disfrutarla al máximo como “si fuese el último día”.
Hay veces que se ha sentido solo y es que a sus cuarenta y nueve años, aún no se ha casado “ni piensa en hacerlo”; comenta con una tono medio en serio medio en broma. Siente y cree que sus amigos, sus pares son su familia, que si bien no es sanguínea es mucho más valiosa.
Ha dedicado su vida a la literatura, a la poesía. Desde su ciudad natal Rancagua emigró a Concepción atraído por el ambiente cultural de la época, por la posibilidad de hablar de arte, de música de pintura y se quedó para liderar un movimiento cultural como la Sociedad de Escritores filial Concepción o para impulsar su hija predilecta: la Editorial “Etcétera” que publica los trabajos de poetas jóvenes y emergentes y que hoy es complementada con DVS y casetes.
Se reconoce profundamente penquista, con esa neurosis propia del que vive en la gran ciudad, con esas manías y deseos de “querer cambiarlo todo”, con el derecho certero a discutirlo todo, a polemizar, a cuestionar; sobre todo a sus pares, “los otros escritores”.
Reconocido amigo de sus amigos, siempre con la mejor disposición y lleno de proyectos, de disposición hacia los jóvenes, con quién tanto le gusta conversar. Tulio Mendoza nos habla en su poesía de una forma de disfrutar de la vida, de hacerla una eterna fiesta, lo que él llama “sacralizar el erotismo”.
¿Qué es la poesía para Usted?
La poesía, tal como lo expresa el brillante poeta y ensayista mejicano Octavio Paz, es “la otra voz”
¿Cuándo y cómo sintió la vocación de poeta?

En el colegio, en la enseñanza media, en las clases de castellano con mis profesores, los hermanos maristas Juan Cebrián y Gregorio Pastor. Al leer los textos que ellos nos mostraban (Neruda, Gabriela Mistral, Oscar Castro, Unamuno, García Lorca, Antonio Machado, etc.), quise hacer algo similar, pero con mis propias ideas. En un comienzo fue una tarea que nos dieron: había que escribir un poema utilizando la métrica y la rima. Yo hice un texto perfecto desde el punto de vista de la técnica, pero no era un poema. No había plasmación de la palabra. Eso se aprende con el tiempo, con la lectura, con la experiencia, con la inteligencia y la emoción.
¿Le apoyó su familia?
Mi familia siempre me ha apoyado en mis afanes, pero del mismo modo que el poeta Fernando González-Urízar, yo he sido “aparte”, más bien he descubierto solo y creado mi propio mundo, mi visión de mundo, desde la poesía, desde el arte. De mi abuela y madre, la sensualidad del mundo turco (música, canciones, la cocina y todo ese exquisito refinamiento), el flamenco español; de mi padre, el tango (Roberto Goyeneche, el Polaco, que me gusta muchísimo, Edmundo Rivero, Aníbal Toquilo y, sobre todo, Astor Piazzolla). Lo demás es todo azar y circunstancia: la ópera, el violín, el cine, la pintura, el arte en general.
En su respuesta no menciona a su Padre.
¿Cómo era su relación con él?
Una relación contradictoria, somos de mundos muy distintos, diferentes generaciones. En la actualidad, con el tiempo y la vejez, se producen encuentros o reencuentros significativos. Mi padre ha sido muy conciente y un excelente padre.
A propósito de lo último. ¿Quiere formar familia, hijos?
No por el momento, no tengo planes al respecto. Es difícil para un poeta que está dedicado cien por ciento a su obra, fragmentar el tiempo para otros menesteres que hay que cumplir con la debida responsabilidad que eso requiere. Porque tener hijos por tenerlos, echar guaguas al mundo, es bien fácil, el problema viene después. Por otra parte eso de “formar familia”, puede significar muchas otras posibilidades. Por ejemplo, la familia artística, mis pares, mis amigos y amigas, ellos son “mi familia”, no la sanguínea, pero sí la afectiva que, casi siempre, es mucho más valiosa.

¿Se ha sentido solo, incomprendido?
El poeta es un ser que se instala en la otra orilla, en los márgenes de la sociedad, porque ésta no le cumple ni le satisface como realmente quisiera. Por eso es un constante cuestionador de las apariencias de este mundo. En este marco, y por definición, el ser humano viene solo al mundo y se va solo (claro que en un sentido denotativo, directo, porque connotativamente lleva toda la experiencia y lo que aprendió mientras vivió).
No es que uno se sienta incomprendido, sino que piensa que los otros, los demás, aquellos que viven una vida miserable, desde el punto de vista anímico, creativo, existencial, casi en la ignorancia, tienen la mala costumbre de irradiar, contagiar y querer transmitirnos su pobreza; entonces el artista se rebela y su arte se transforma en un contratexto, en una subversión, ante ese mundo.
¿Ha pensado en el suicidio o la muerte?
En el suicidio no, amo demasiado la vida como para querer dejarla; estoy por el placer, la celebración, el gozo y la fiesta, por el erotismo, por la sacralización del erotismo.
La muerte es algo distinto, no hay ser humano que no haya pensado en qué sucedería en ese estado de no existencia, de silenciosa oscuridad. Hay quienes piensan que somos seres para la muerte, ya que desde que nacemos comenzamos a “morir”. Como escribiera magistralmente un amigo poeta ya fallecido, Guillermo Trejo: “No sabemos vivir como inmortales/ en la muerte se esconde lo que somos.” Brillantes versos, breves, pero que encierran todo un tratado filosófico.
A mí me gusta eso de la resurrección de la carne, me fascina como motivo existencial y poético. Y como se trata de una cuestión de fe, creo plenamente en ello y me gusta pensar así.
El Poeta como un reflejo de la sociedad

¿Cuál es el rol de la poesía en la sociedad actual?
La poesía, que no está solamente en la escritura, sino que en un cuadro, en una sinfonía, en una escultura, en una película, en una flor, en un trozo de madera, en una mirada, en una actitud, representa y transmite “la otra voz”, ese discurso que está por sobre los otros discursos (políticos, religiosos, dogmáticos, filosóficos, periodísticos, etc.), y que nos muestra otra posibilidad de mundo, que abre puertas, que es vía de conocimiento no racional, pero también inteligente, de aprehender el mundo y la sociedad.

La poesía aspira siempre a la utopía, a lo mejor, aunque en el trayecto se nos vaya la vida y, casi siempre, andemos de la mano con el fracaso. La poesía ilumina, asombra, despierta, encanta, hace pensar, hila fino, se adentra por parajes donde nadie había osado entrar y nos comunica como dice Octavio Paz, “lo maravilloso cotidiano”.

¿Se puede “vivir” de la poesía?
Debo entender ese “vivir” desde el punto de vista económico, es decir, en la esfera del marketing y los negocios. Sin embargo, la poesía está por sobre estos asuntos, la poesía tiene que ver con algo que yo he llamado y cito en el prólogo de mi libro Concepción, a todo sur, es decir los espacios no tasables de la felicidad”.
Ya se ve, entonces, que al verdadero poeta no le interesa el comercio, el negocio, la venta. Si llega, en buena hora, pero si no el poeta seguirá escribiendo porque se ha contestado a la pregunta que formulara Rainer María Rilke: ¿se moriría si se le privara o dejara de escribir?
Como la respuesta es un gran sí, entonces en eso estamos y andamos los poetas; construyendo nuestras vidas de acuerdo a esa premisa.

¿Que sintió al ser incorporado a la Academia Chilena de la Lengua y luego la
Condecoración Medalla Santa Cruz de Triana?

Bueno, fue primero la medalla, luego lo de la academia. Una inmensa alegría porque deciden premiarte por tu trayectoria, por lo que has hecho, por ti y por los demás, eso significa tiempo, años. No es algo buscado, es decir, uno no escribe para andar ganando premios o esperando reconocimientos, eso no es la finalidad de mi escritura que, como te he explicado, anda por otros espacios. Son los pares los que te eligen y más encima te preguntan si aceptas o no.

¿Por qué creo la editorial Etcétera?

Ediciones Etcétera es una creación personal cuya idea surge en 1984. El nombre viene de mi Revista de Poesía "Etcétera". La idea era dar la posibilidad de publicar en ediciones artesanales, a bajo costo y con una diagramación digna, las obras de los escritores de la región que, como se sabe, no tenían otra forma de hacerlo. Fue una iniciativa casi marginal, como muchas otras en tiempos difí¬ciles. El interés por difundir las obras y publicarlas, me transformó en editor: yo diseño, diagramo, encuaderno, y a veces imprimo, cuando se trata de pequeñísimas tiradas, o mando a imprimir cuando el trabajo es mayor. Así¬, la necesidad, el ir resolviendo problemas, hace que el creador, el artista, el escritor en este caso, no ya sólo deba escribir, sino que, además, sea editor, difusor y gestor cultural, gremialista, vendedor de sus textos, asesor de talleres, etc.

¿Cuáles son sus planes para el futuro?
En este momento me encuentro terminando un ensayo literario sobre la vida y obra y antología temática del poeta Fernando González-Urízar, obra que obtuvo la Beca de Creación Literaria para Escritores Profesionales 2006 del Fondo Nacional del Libro y la Lectura; también publicaré mi nuevo poemario: ALACRÁN DE LA BELLEZA que lleva un estudio crítico de mi poesía realizado por el Dr. Edson Faúndez de la Universidad de Concepción y quien fuera mi alumno en el Taller Literario “Fernando González-Urízar”.
O en la serie Cuadernos del Unicornio de mis Ediciones Etcétera, aparecerá el texto “Diario de Alma Mahler” del poeta Ramón Riquelme; sigo dirigiendo mi taller, haciendo clases, siendo jurado de concursos a nivel regional y nacional, dando charlas y conferencias en liceos y universidades, haciendo lecturas públicas, dirigiendo la SECH-Concepción, participando en ferias del libros y encuentros de escritores, etc.
Es posible que en octubre de 2007, viaje a Burdeos, Francia, ya que he sido invitado por la Universidad de Burdeos a dictar una conferencia sobre Gabriela Mistral y algún aspecto de traducción y, además, debo adaptar unos poemas de la Mistral al francés para que sean cantados por una artista chilena que reside allá y cuya música le pertenece.

Usted siempre tiene presente al poeta González-Urízar. ¿Que representa él en su vida?
El poeta fue mi maestro en la poesía, su actitud como poeta y su honda vocación poética, me enseñaron a amar este oficio como a un bien muy preciado, “esa tarea resplandeciente, la más hermosa y desolada de todas”, como él definía a la poesía, yo, al igual que él, no la cambio por cosa alguna.
¿Qué opina de los poetas jóvenes?

Hay una gran cantidad de poetas jóvenes, valiosos, gente con conciencia de la lengua, herramienta fundamental del escritor; jóvenes que se la juegan, que han apostado por la poesía con todo lo que ello implica y significa. Son esmerados lectores, muy críticos, emotivos e inteligentes. Yo he tenido a varios en mi taller: Juan Herrera, Edson Faúndez, Jorge Cid, Franco Contreras, Vilma Andrea Carrasco, Lorena Mora Durán, en fin, muchos otros y he visto en Santiago encuentros interesantísimos donde fluye la poesía y la realidad nos dice que tenemos poetas para rato y qué magnífico que así sea.

¿Cómo quieres que se recuerde tu obra?
Como lo que es ella misma, una celebración de la vida contra la muerte, una moral del placer (que es el triunfo de la dicha y la utopía) contra el oscurantismo y el frío.

1 comentario:

  1. Imprescindible la poesía en la vida a mi modo de ver hay que tener exposiciones en centro culturales así podemos conocer mejor el trabajo de todos como por ejemplo en el centro cultural Recoleta hay muchas exposiciones de poesía y literatura.
    Saludos

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