martes, 28 de diciembre de 2010

Desorientación de Ana Rosa Bustamante M.

Las rutas
que mi marcha hizo
para no perder el rumbo,
los astros que contemplé
para no perder el rumbo
pero ahora yo  me escondo temerosa
de la luz,
de las quebradas
y descanso en un  escaño,

le digo:
bebamos el sorbo
aunque amargo,
aunque  punce ortiga,
aunque prepotente nos diga
que incapaces somos
de delirios,
permanecer
insomnes para defendernos.
Era la hora engañosa,
nuestra temporada en el infierno,
nos tendíamos las manos para abrazarnos
y allí albergaban las mariposas sangrantes
sobre un polvo tornasol en las líneas de la mano
que la experiencia  tiró entre los dedos.



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