He tomado el té
a esta hora,
la televisión su noticiero,
es domingo y pareciera estar en paz,
los recuerdos se vienen,
entonces,
alumbran las calles de las ciudades
se me ha quedado una luz apagada
que me desvió el camino,
los gritos de la vereda al fondo
del callejón,
allí donde el auto negro
detenido,
permanece con un orificio
y un grito
que despedaza flores
flores y pájaros,
pájaros y gente,
y mi cansado paso acelera
hacia una casa,
donde yo no vivo.
Gracias mi muy querida poeta
ResponderEliminarpor pintar
peces en el cielo
miel en la piel, un corazón de pan
un vuelo de besos
Eres maravillosa poeta y por sobre todo amiga
UN ABRAZO LLENO DE GRACIAS