domingo, 7 de noviembre de 2010

Alas del viento

Hay poco queso dicen mis hijas,
somos pobres,
somos pobres,

y ven “los ochenta” en la televisión,

el tubo fluorescente está malo,

oscura la cocina,

como mi casa en los setenta,

cuando nadie tuvo calor en la tiniebla
y los libros se escondían en las murallas.

No leí esto que escribo,
pues la sangre hiede y mancha,

los peces ondean en el océano
a pesar de los agujeros que les hicieron
las piedras,

nadie me contó, 
                                    ni lo leí,
cuando supe que las alas negras
del viento,

venían cayendo.


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